Son especies que pueden medir hasta más de 2 metros de largo; y habitan en arrecifes y fondos rocosos donde se observan muchas veces con la cabeza fuera de sus guaridas o cuevas, abriendo y cerrando su boca. Generalmente son animales inofensivos a menos que sean provocados; o en su defecto, que se lancen contra algún pez que haya capturado el pescador submarino, ya sea cerca o dentro de una cueva. El buzo debe evitar introducir las manos en las cuevas y hoyos de los arrecifes, ya que su mordedura es causante de heridas, muy propensas a infectarse; debido a que sus dientes contienen alimentos en descomposición.